La dirección y gestión de equipos son unos de los pilares imprescindibles dentro del ámbito empresarial actual. Se basa en una serie de características, técnicas y prácticas que se relacionan entre sí para dirigir, planificar y promover a un equipo para que el mismo alcance los objetivos en común que se proponen. Básicamente estas cualidades implican que se pueda liderar un equipo con una visualización periférica del equipo, combinar todos los puntos fuertes de cada miembro del equipo y alentarlos para que colaboren entre sí y obtengan un gran rendimiento.
¿Qué son las Habilidades Directivas?
Las cualidades de dirección son una relación de diversas aptitudes, responsabilidades y características que debe tener todo líder para poder influenciar, guiar y motivar a cada miembro y todos los equipos concretos, de forma que sean capaces de conseguir con eficacia sus objetivos dentro de una empresa. Estas cualidades son varias, incluyendo entre ellas una conversación eficaz y también la capacidad de tomar decisiones siendo estratega, poseyendo la capacidad de infundir confianza en los que están bajo su mando, siendo capaz de resolver los conflictos que puedan surgir y fomentar la renovación. Resumidamente, las características de un líder en las tareas directivas son clave para que el liderazgo sea firme e inquebrantable, a la vez que eficaz dentro de la organización en la que se encuentre.
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¿Qué es la Gestión de Equipos?
Cuando nos referimos a la administración de equipos nos referimos a la capacidad de estructurar, guiar y coordinar las tareas que realice un grupo encaminadas a la consecución de unas metas determinadas y unos objetivos fijados dentro de la organización. Esto supone la necesidad de constituir unos papeles claros, instando siempre a que los diferentes individuos colaboren entre ellos, teniendo una gran capacidad resolutiva de problemas y ofreciendo los medios inapelables para que el trabajo en equipo pueda realizarse de manera eficaz. Gestionar a los equipos no implica solo estar pendiente de ellos para supervisarlos, sino que trae consigo la necesidad de confeccionar un ambiente laboral en el que los miembros estén cómodos para poder así fomentar la creatividad de los mismos, reforzar la confianza y que estén comprometidos con las metas del equipo. En esencia lo que se pretende conseguir con una buena gestión de equipos es sacar el máximo partido al potencial de todo el grupo de componentes para conseguir unos resultados excepcionales.
Técnicas de Dirección y Gestión
¿Cuáles son los métodos que podemos emplear para ser líderes de grupos de trabajo? Si te encuentras en un proceso de transformación para iniciar la coordinación de grupos de trabajo, muy probablemente estás interesado en saber cuál de todas las técnicas existentes es la mejor para lograr este objetivo. Guiar a todo un grupo de personas no se trata solamente de adjudicar a cada miembro del grupo una tarea, sino que va más allá para lograr la armonía correcta entre la repartición y el control de cada una de las tareas. Estas son algunas de las estrategias más socorridas e imprescindibles:
Delegar Responsabilidades
Ser capaz de delegar funciones en otras personas es un pilar clave en la persona del líder para que pueda ejecutar su liderazgo con eficacia desde el inicio de su mandato. Esto le otorgará la posibilidad de distribuir mejor su tiempo y repartir las tareas de forma igualitaria entre todos los componentes del equipo. Saber las cualidades de cada componente del equipo implica conocer su formación, capacidades y gustos, para así asignar las tareas con pleno conocimiento de quién está capacitado para realizar cada una de ellas de forma correcta. Igualmente, es imprescindible supervisar periódicamente que se encuentran dentro del plazo otorgado y están cumpliendo las metas.
Motivar Constantemente
La incentivación es imprescindible para el triunfo de un grupo de trabajo. Si el equipo se encuentra motivado por norma general obtiene unos resultados más impecables, por lo que supondrá que la empresa obtenga resultados más rentables. Es ideal demostrar que se tiene un aprecio hacia el trabajo que realizan los trabajadores y el esfuerzo que ponen en ello, así como brindarles un aura correcta y motivarlos con beneficios complementarios que refuercen su compromiso profesional y fomenten el desarrollo a largo plazo.
Establecer Canales de Comunicación
Comunicarse con todos los miembros del equipo de forma correcta es imprescindible para realizar un buen liderazgo. Para ello se pueden ofrecer unos canales fijos de comunicación entre líderes y componentes del grupo para conversar con fluidez y así facilitar la supervisión del avance de los proyectos y también facilitar una forma para brindar ayuda de manera más inmediata cuando se necesite. Incentivar la celebración de reuniones tanto individuales como colectivas teniendo en cuenta siempre la autonomía de todos los miembros y promueve reuniones encaminadas a proponer una lluvia de ideas que refuercen el trabajo en equipo.
Demostrar Integridad
La integridad y la concordancia son siempre unas bases relevantes para liderar los equipos. Mostrarse íntegro en todas las actuaciones transmite una mayor confianza por parte de los miembros hacia el líder. También reconocer los logros de los demás y asumir la propia responsabilidad ante circunstancias complicadas dando así un modelo ejemplar de trabajo y conductas a seguir. Por último, la concordancia en la forma de liderar creará un vínculo más fuerte entre el líder y su equipo impulsando un triunfo colectivo.
Al indagar sobre las diferentes técnicas de dirección y gestión de equipos hemos conseguido técnicas imprescindibles para realizar un buen liderazgo y triunfar en el resolutivo mundo empresarial en el que nos encontramos en la actualidad. Cuando se instauran estas estrategias dentro del equipo lo que se hace es crear un camino cuya meta final es el progreso y lograr objetivos comunes. Consideremos siempre que un liderazgo real consiste en inculcar, capacitar e incentivar a los demás para que persigan los objetivos grupales.
